No obstante, el Edificio está en calidad de comodato; y siendo éste propiedad del Estado Falcón, el Gobernador sí podía y puede disponer del nombre; pero del edificio, más no de la institución.
Sin embargo, en éste contexto, sintiéndose Padilla “guapo y apoyao”, quiso ponerle de verdad su nombre. Para ésto, redactó un documento más o menos así: “nosotros los asociados del Ateneo de Punto Fijo, reunidos en Asamblea General, considerando que Rubén Ismael Padilla es el fundador de ésta institución, un individuo extraordinario, luchador social, escritor, promotor cultural, etc, etc, etc… hemos tomado la decisión, de nombrar a la Institución como: Ateneo de Punto Fijo Rubén Ismael Padilla”.
¿Quiénes firmaron?, entre ellos: Rómulo Zavala, Indiro Delgado, Guillermo De León, Alfredo Molleja, Doris Leal de Rosendo, Simón Petit, Euqueria Reyes, Vicente Hernández, Asdrúbal Hernández, José Bracho, Luben Martínez, Saira Romero, Elena Sivolani, Porfirio Rodríguez, entre otros. Naturalmente, habrá quien esté dispuesto a defender a capa y espada ésta “Asamblea Virtual”; pero también, quien reconozca lo que ahora escribo.
El cambio de nombre se hizo de manera egoísta y cobarde; es ética y moralmente ilegítimo; un fraude que hace homenaje a un solo individuo, llevándose por delante a Nhur María Játem, Juan Toro Martínez, Elvia Játem de Homez (Mamá Elvia), Virgilio Arteaga, Esteban Hurtado y otros fundadores. Además, éste hecho se tradujo en el establecimiento del bochornoso nepotismo ya conocido y la consideración del Edificio “Rubén Ismael Padilla” como una propiedad particular.
Cabe destacar que en vísperas de culminar la nueva sede; Padilla fue entrevistado por Martí Hurtado y Pimentel, quien le preguntó acerca de la posibilidad de nombrar al Ateneo de Punto Fijo “Alí Primera” o “Guillermo De León Calles”; a esto Padilla contestó: “No, el Ateneo lleva su nombre en homenaje a la ciudad, por lo tanto no debe llevar el nombre de nadie sino de Punto Fijo”.
…No a todas las palabras se las lleva el viento… en todo caso… ya están escritas aquí. El pasado 27 de Septiembre, terminó de evidenciarse la gris celebración del 40 aniversario: En un Auditorio de 400 butacas con solo sesenta y ocho (68) personas presentes, tuvieron la cara dura de otorgarse placas entre sí… ¿Adicción al ridículo?, ¿Cinismo?, no lo sé… pero esa procesión es larga, de Viernes Santo y va por dentro.
Y es que, si la comunidad cultural no tiene cabida ni participación (con voz y voto) en el Ateneo, entonces; ¿Quién va a asistir a celebrar qué?. Toda causa tiene un efecto y ese auditorio Vacío, es la mayor prueba del rechazo a quienes no entienden, que el verdadero Ateneo de Punto Fijo ¡Es su Gente!; Artistas, Escritores, Poetas, sus obras y sueños… y va muchísimo más allá, de un simple “edificio rentable”.
Luis Aular Leal