Thursday, January 25, 2007

PLANES DE AÑO NUEVO (FÓRMULA PARA HACERLOS REALIDAD)



Es posible que el 31 hayas lavado la casa con agua bendita, esencias, baños, ramas, incienso y demás herramientas esotérico-religiosas para botar a la calle “todo lo malo” y recibir “las buenas energías y vibraciones”. Además, cambiaste la penca de sábila del año viejo y pusiste cuarzos que cual protectora esponja, “absorben” las malas influencias. Hace como tres semanas, escribiste 10 deseos en unos papelitos con olor a mandarina o algo así, y se los encomendaste a unos viejitos barbudos (no comunistas) llamados milenarios.

Recibiste el año con ropa interior amarilla y saliste con las maletas a la calle. Por si fuera poco, llenaste un frasco con arroz y moneditas, que posteriormente revolviste, sobaste y amasaste; para tener abundancia y salud en el 2007. Sin embargo, eso no es suficiente, porque en año nuevo, a todo el mundo le entra un fugaz complejo de político; y empiezas a prometer, prometer y prometer a familiares, amigos, vecinos y lo que es peor, a ti mismo.

Éste eventual desorden de personalidad es tan eficiente, que por lo general no cumples ninguna promesa. Para garantizar la ejecución de esos planes, he aquí una decena de sugerencias: 1) Define claramente lo que deseas hacer; establece metas racionales y ambiciosas. 2) Escucha consejos, analízalos y selecciónalos de acuerdo a tu criterio; oye al mundo, piensa en frío y decide tú. 3) Realiza un cronograma; organiza cuándo vas a hacer cada cosa y calcula cuánto te vas a tardar; este tiempo no debe ser ni muy apretado, ni muy holgado; dicho en lenguaje popular: “ni te atores, ni te achantes”.

4) Autoevalúate; sé riguroso, estricto, muy exigente, casi déspota; acuérdate del SENIAT, de Vielma Mora, de alguien tan fastidioso que observe hasta el mínimo detalle. No tengas condescendencias contigo mismo; sé lo más inflexible que puedas. Entonces; evalúate, corrige y perfecciona la estrategia. 5) Confía en ti mismo y prográmate para realizar tus metas; míralas como un hecho desde el primer momento.

6) Evite desperdiciar minuto alguno; el dinero, las energías y los placeres pueden ser recuperados; pero el tiempo es inexorable, sigue su rumbo y no vuelve atrás; si despilfarraste un minuto de tu existencia, más adelante podrás aprovechar al 100% otros instantes de tu vida; pero ese, lo perdiste para siempre. 7) Procura tener memoria de paquidermo o escribe bien grande y en un sitio visible, las metas que te propusiste; léelas todos los días antes y después de acostarte; piensa en ellas cada vez que puedas.

8) “Calma y cordura” ante los imprevistos; hay situaciones que no puedes controlar: enfermedad, muertes, lluvias, terremotos, tsunamis, eleoccidente o las exhuberancias de la política nacional; todas ellas pueden impedir o retrasar tus planes. Busca la solución más coherente, y si lo tiene, el lado bueno del asunto. 9) Optimismo, ser pesimista jamás ayuda. 10) Disfruta, que no todo es trabajo y sacrificio, organiza tu tiempo para divertirte; solo, con tu pareja, familia o amigos; pues si te amargas y aíslas, de muy poco te servirán las metas alcanzadas.

NOTA: Dios (aunque todopoderoso) es tu tipo extremadamente ocupado; él solito, está al tanto de más de 7 millardos de seres humanos; los cuales tienen necesidades, alegrías, tristezas y diversas formas de pensar. Toda esa gente, vive en más de 200 naciones; que se odian, envidian, traicionan, declaran guerras y cada vez que algún loco echa dos tiros al aire, ha nacido una nueva “revolución”; de todo eso y más, está pendiente Dios (solo aquí La Tierra), sin considerar los millones de planetas, sistemas solares, constelaciones y galaxias que conforman el universo. Por eso, no bastan los interiores y pantaletas amarillas, los sahumerios o haber vaciado media perfumería en tu casa; ¡tienes que poner de tu parte!. Dios ayuda, pero no va a hacerte todo el trabajo… así que, ¡Feliz Año y a Echarle Pichón!.